¡Hagamos un esfuerzo y miremos las cosas al revés por un momento!
1. Una tarde al sol en San Pedro del Vaticano / Roma
En la columnata de San Pedro del Vaticano, los romanos de la foto disfrutan de una plácida charla.
No imaginamos a Gian Lorenzo Bernini en el año 1.667 diseñando las bases de sus columnas de mármol con su enorme tamaño a una altura adecuada para atender a la plebe con poderosos bancos de piedra donde aplazar el tiempo ante la puesta de nuestro querido astro.
La imagen nos traslada hacia el pensamiento sencillo, simplemente disfrutar tranquilamente escuchando historias sobre otros.
La verdad,
Nos gustaría hablar con Lorenzo, tal vez llamarle con nuestro iPhone y preguntarle su opinión.
¿Aceptaría el escultor/arquitecto este tipo de uso para su imponente obra?
. . .
Porque nosotros, sí
2. Si observamos, la salida posterior de la Factoría Silk que proyectó Mies Van der Rohe reconocemos en el acto nunca antes haber tenido el menor interés por ella.
Se trata en todo caso de una vil trasera.
Sin embargo Mies tuvo que pensar en ella.
Tuvo que proyectarla, en algún momento, de alguna forma fue importante para él, para la gente que la construyó, para aquellos que vivían y viven frente a ella.
. . . Para aquel que todos los días vuelve a su casa en moto.
La otra cara, el envés de la Factoría Silk, es uno de los muchos lugares olvidados por la mayoría.
Se trata de un lugar, no estético.
La importancia de la foto está en la llamada de atención.
Atender a lo olvidado,
A lo aparentemente secundario, requiere precisión ya que es por naturaleza una tarea que encierra un esfuerzo adicional debido sobre todos a nuestra forma de ser.
Un esfuerzo que no todos estamos dispuestos a realizar.
Es entonces cuando nuestra mente va a lo más goloso.
Y cuando nuestra atención se desvía.
Lo que un día parece importante, deja de serlo al siguiente.
Personas imprescindibles, pasan al estar del olvido a veces de repente donde también estamos nosotros para otros.
En un abrir y cerrar de ojos, esto ocurre.
Es peor aún, aunque no lo deseemos, aunque insistamos en atender a algo, si esto ha perdido su momento dejaremos de verlo.
Bueno, muchos de nosotros,. . . . ¡no!
Siempre que alguien avise.
¡Claro!