El don de la continuidad

El don de la continuidad

Frente a lo continuo, se sitúa lo concreto, lo denso y concentrado. En el Arte esto aparece con nitidez. Lo denso nos dirige hacia lo pesado, al recuerdo de la gravedad de las cosas. Lo vago e indeterminado hacia lo ligero y la despreocupación. Quien se ve obligado a concretar, soporta una enorme responsabilidad, cuya carga es a veces demasiado pesada. Lo concentrado y lo continuo se reparten el mundo y si partimos del narciso protagonismo de la unidad y nos deslizamos por el universo de los números, pasando a la dualidad, siempre abatido por la duda de la elección y el placer de la compañía que nos produce el compañero y de ahí al reino estático del tres y la inmovilidad del cuatro atrapado en su simetría, continuando en nuestro descenso hacia los números indeterminados, donde muchos vuelven a ser una unidad, descubriremos que andamos siempre inmersos en un mundo sobre el que navegamos sin rumbo y nuestra única brújula es pensar de forma adecuada.

Pensemos bien / Galileo nos recuerda la importancia del pensamiento rápido: “ Si el discurrir acerca de un problema difícil fuera como llevar pesos, el que muchos caballos cargaran más sacos de grano que un caballo solo, consentiría en que muchos discursos cuentan más que uno sólo; pero discurrir es como correr y no como cargar pesos y un solo caballo berberisco correrá más que cien frisones”. La agilidad del razonamiento, la economía de los argumentos, pero también la fantasía, serán las cualidades decisivas del pensar bien. Para ello es vital, ver las cosas también desde el otro lado. El envés de las cosas. Ante un problema un enemigo o un enigma, miremos siempre desde la perspectiva del contrario. El hombre ha pasado por la tierra durante siglos pensando que era el sol el que se movía y no él. Tuvo que ser Galileo quien dijera lo contrario aunque después, fuese obligado a desdecirse . . . Esto significa que casi todo lo que vemos es contrario a su apariencia. El Sol no se mueve y, sin embargo, vemos todos los días como lo hace *. La luna nos ilumina como una lámpara pero no tiene luz, aunque nos sigue a todas partes, pongámonos junto al mar y veremos que esto es cierto. La tierra parece plana pero es redonda. Lo verde es rojo y lo rojo verde. La palabra verdad, alétheia, significa descubrimiento. No es fácil hacer ese esfuerzo constante por desvelar la realidad.

* Novalis da su versión de la salida y ocultamiento del Sol en su (“ Enciclopedia”. Editorial Fundamentos. Madrid1976. p. 161): ¿ Cómo es la salida del sol?. ¿Cierre de una cadena?. Noción de cadena, de su cierre y de su apertura.

Juan Ignacio Mera